dimarts, 25 de desembre del 2018

Henri Toulouse-Lautrec


Clase real en la que dibujamos partiendo de la obra de Henri de Toulouse-Lautrec, pintor francés vinculado al impresionismo. Clase teórico-práctica con ejercicios de alumnos. Mi blog oficial: http://antoniogarciavillaran.blogspot...

En el Moulin-Rouge, el baile, 1890.HenriDeToulouse-Lautrec-AtTheMoulinRouge-TheDance-1889-90-VR.jpg
     El recién inaugurado Moulin Rouge es visto por Lautrec en clave casi de caricatura, captado en un momento de frecuentación por parte de la sociedad parisina. Diversos personajes interactúan entre ellos, se apoyan en la barra del bar, discuten y observan a las bailarinas.               Gracias a la línea pictórica que guía el ojo hacia los personajes en segundo plano a través de una hábil disposición de los elementos sobre la tela. Allí se entrevé a un hombre con la cara de calavera y a la bailarina Jane Avril, musa del pintor. En ese segundo plano están retratados amigos del pintor, los también pintores M. Guibert, F. Gauzi y Marcellin Desboutin y el fotógrafo P. Sescau.
     En frente de ellos, a la izquierda del cuadro, Valentin-le-Désossé (Valentín el descoyuntado), famoso vividor de la época, dirige a otra bailarina, anónima. Es pelirroja y fuerte, lo que hace pensar en La Goulue en una actuación en público. El movimiento de estos bailarines contrasta con la quietud del público. En el primer plano, una elegante dama con vestido rosa y sombrero.

"La goulue" (la glotona),1891.
     La Goulue: Bailarina del cancán parisino, inmortalizada por Henri de Toulouse-Lautrec apodada "La goulue" (la glotona), y conocida en la Belle Époque como "La Reina de Montmartre".Se cuenta que la niña danzaba con las ropas de la lavandería donde trabajaba su madre pretendiendo ser una estrella de la escena. A los 16 años, ya bailaba en cabarés con ropas que tomaba "prestadas" en la citada lavandería. Se hizo famosa rápidamente por su desparpajo, extroversión y arriesgada costumbre de vaciar de un trago las copas de los clientes, por eso la llamaron "La glotona".


     Es una audaz litografía a cuatro colores (cuatricromía) que representa a la famosa bailarina de can-can y su socio flexible Valentine ‘le Désossé’, que hizo Toulouse-Lautrec para anunciar al popular cabaret francés, Moulin Rouge. Su público se reduce a las siluetas con el fin de centrar la atención en los artistas y evocar el arte japonés entonces en boga, del que se contagiaron muchos pintores de la época. La triple repetición del nombre del club señala la atención a la figura central del cartel , LA GOULUE. El blanco puro de las enaguas, representado con sólo unas pocas líneas sobre el papel blanco, personifica el estilo audazmente simplista de Toulouse- Lautrec y rompe con los carteles de texto-pesados ​​de la época.



    Desde el punto de vista cromático podemos ver los colores rojo, amarillo, negro, marrón, blanco y una gama de grises que ocupan la mayoría del fondo, destacando el amarillo de la lámpara que medio se ve en la izquierda y que se repite en las lámparas del fondo, encima de la siluetas en negro del público. Centra la obra las enaguas de la bailarina en blanco. Mientras La Goulue baila el can-can Valentín parece estar danzando alrededor.



     La composición está resuelta fundamentalmente por dos triángulos isósceles y una jota. El triángulo superior se asienta en la base pero el inferior es invertido, por tanto, de equilibrio inestable tal como está la bailarina en equilibrio inestable. Como ya sabéis, los triángulos producen sensación de grandiosidad y seguridad y, al estar invertido, esa sensación es también de ascensión, tal como corresponde a la danza. La repetición de las lámparas amarillas es un ritmo perfecto igual que la repetición de cabezas con sombrero. Las tablas del suelo van todas dirigidas al fondo, al punto de fuga de la perspectiva, así como la fila de siluetas de la derecha.



En cuanto la "jota" que conforma Valentín, ayuda a centrar la atención en la bailarina al cerrar por abajo y el lateral derecho.

"El Salon de la Rue des Moulins", 1894.

Resultat d'imatges de salon de la rue des moulins


      Nos presenta a las prostitutas sin crítica alguna, y las vemos en sus hábitos y cotidianeidad diaria, retratándolas en su intimidad, sin ser complaciente con ellas pero tampoco se ve ningún rasgo de desprecio hacia ellas. Con un total respeto hacia sus personalidades y su función dentro de la sociedad. E incluso se sabe que Toulouse Lautrec mientras residió allí no tenía ningún inconveniente en dar esa dirección de contacto a sus amigos y conocidos, lo que evidentemente a los más bien pensantes les escandalizaba, y más aún teniendo en cuenta los orígenes aristocráticos de este pintor.
     Pintó a las prostitutas del burdel para esta tela y para muchas otras, y siempre elegía actividades como sus ratos de descanso, o mientras dormían o comían, y hasta en su momento del baño personal. Siempre presentándolas con total naturalidad. En conjunto, llegó a pintar 30 obras ambientadas en este prostíbulo más la serie de litografías titulada Elles. Si bien algunas de estas imágenes las mantuvo ocultas durante un tiempo y se resistía a mostrarlas ya que eran escenas de lo más humanas, mientras que gran parte de la sociedad condenaba a estas mujeres por la profesión que ejercían.
      En muchos de estos cuadros, especialmente en éste, casi puede respirarse cierto ambiente de tristeza y de hastío, prácticamente se puede oler el perfume denso de esa atmósfera semiclandestina.
    Estéticamente, la composición se basa en las diferentes masas de color que conforman la escena, dominado por los tonos calientes del diván en el que aguardan las chicas a los clientes. Una composición basada en la diagonal y articulada por distintos elementos verticales, como la gruesa columna del fondo que divide el espacio en diversos rectángulos en los que se reparten la protagonistas.
     En cuanto al encuadre, es casi cinematográfico, muy moderno para su época. Prueba de ello es que una muchacha en el lado derecho aparece cortada mientras camina por la habitación. Al fondo varias chicas están sentadas y esperando. Y en primer plano dos figuras más, otra chica en una postura relajada de descanso y la madame o jefa del prostíbulo con un porte serio.
    Casi todo en la escena es de un colorido caliente, dominando los tonos rojos y violáceos del diván y los cojines, que sirven de fondo para los colores azules y las manchas de negro de los vestidos y medias de las chicas.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada